lunes, 14 de diciembre de 2015

Concentrados en Madreselva

¿Qué nos tiene tan ocupados que el blog está abandonado?

Aparte de mi trabajo y de que criar dos hijas es ya de por sí muy demandante lo cierto es que en la familia estamos dedicando una gran cantidad de tiempo a un sueño. El sueño de crear un colegio  para nuestras hijas acorde a nuestros deseos . Y ese sueño va de la mano de Madreselva Asociación Educativa con quien contactamos hace un par de años y que nos ha conquistado desde el principio. Ahora somos una familia más de la Asociación y tenemos la sensación de haber encontrado nuestro sitio con gente maravillosa, con planes inigualables, con retos ilusionantes, con cambios en nuestra vida que hacen mas coherente nuestra manera de educar. Estamos muy felices.



Os iré contando más cosas de nuestra implicación y de nuestra visión del proyecto, porque ha sido una experiencia transformadora. Construir con tus manos la que será la Escuela de mis hijas no es un privilegio al alcance de todo el mundo, pero se está logrando con muchísimo esfuerzo, trabajando en equipo y poniendo muchas muchas horas de dedicación. Y la sensación, la retrospectiva que tenemos de esta experiencia es absolutamente maravillosa.

Pero ahora estamos absolutamente volcados en la campaña de crowdfunding que hemos lanzado para financiar el espacio y la calefacción del centro. Por lo que no quiero dejar de mostrar aquí las formas de contacto con este proyecto. Puedes ver todos los detalles de la campaña aquí: https://goteo.org/project/proyecto-waldorf-madreselva  

Y en el blog de la Asociación se va actualizando toda la información relativa a la campaña.

Si eres padre, madre, maestro, profesor, ciudadano del mundo!...si nuestro sistema educativo actual no te convence y te preocupa lo que está produciendo en los niños de nuestra sociedad.....no dejes pasar la oportunidad de contribuir al cambio. Muchas familias nos hemos visto en esa misma disyuntiva y nos hemos decantado por movilizarnos, activarnos y dedicar nuestro tiempo y recursos a cambiar. Esperemos que el tiempo, las normativas legales y las decisiones administrativas nos ayuden a encauzar este sueño en un proyecto consolidado y de futuro. Desde luego, más ganas no le podemos poner. Acompáñame en esta aventura y sé participe del cambio con tu granito de arena.



La manada...sigue trabajando en el proyecto y desde De mi casa al mundo nos han entrevistado. Si quieres leernos el reportaje está aquí.

También puedes seguirnos en nuestras publicaciones en facebook e instagram.

La Manada


martes, 17 de noviembre de 2015

Maya cumple 2



Hace 2 años que Maya decidió llegar al mundo. Lo hizo en un parto espectacular, maravilloso, lleno de energía y conexión. Os lo cuento todo en uno de los capítulos de Mamamorfosis.

Mamamorfosis, las 200 caras de la Luna es un proyecto literario en el que Aguamarina de De mi casa al mundo invitó a participar a 200 mamás del mundo y tuve el privilegio de coger esa invitación al vuelo y dejar el relato de mi parto escrito para que otras madres, padres e hijos puedan leerlo e inspirarse. Es un libro de madres conscientes que transformará tu manera de afrontar la maternidad. Es un libro electrónico gratuito que está contribuyendo a que la maternidad consciente sea reconocida y apoyada, y que además sirve para acompañar a las mamás en sus diferentes procesos y construir puentes entre nosotras. Para mí ha sido un privilegio participar en esta aventura que además ha sido ilustrada por mi querida amiga Naty de Mommo. 


Te invito a descargarte el libro en este enlace y a leerlo con calma, a ratitos, con una taza de cafe caliente y unas galletitas y a conectarte con la maternidad consciente de muchas otras mamás. 

También te invito a leer la entrevista que mi amiga del alma Bei de Tigriteando nos hizo para hablar de este fantástico proyecto aquí

http://www.tigriteando.com/proyecto-mamamorfosis-entrevista-a-gemma/
Entrevista que nos han hecho en Tigriteando.
"La perspectiva de otra mamá, resulta más cercana, con menos prejuicios, menos dramática, pero a la vez más llena de realidad, de autenticidad. Hay un enfoque educativo que describe a la perfección Mamamorfosis: el aprendizaje cooperativo"

Os dejo aquí mi relato de parto, mi humilde contribución a este proyecto. 

Despedida del hijo único.- A las 7 de la tarde del 15 de noviembre, de repente, me levanté y supe que iba a ponerme de parto en cualquier momento. En ese momento, pequeñas contracciones empezaron a ser evidentes, me fui a la cama de nuevo y me tumbé junto a Lucía que aún dormía. La abracé muy fuerte y deseé, como no lo había deseado en todo el embarazo, ya que llevaba varios meses sintiendo una intensa agitación, darle de mamar. Sabía que sería la última vez que no compartiría su tetita, que sería mi única hija, y que dejaría de ser mi pequeña, para convertirse en mi mayor. La moví un poco y enseguida, dormida, se enganchó. Y yo… pues yo empecé a llorar. Fue un momento maravilloso. No sentía agitación. Sólo un intenso deseo de transmitirle a Lucía que la nueva situación iba a ser maravillosa, así que empecé a susurrarle: “Nunca dejaré de quererte, nunca nadie podrá ocupar tu lugar, pase lo que pase siempre podrás contar con mamá, vamos a dar la bienvenida a Maya todos juntos, en familia y sólo espero que para ti sea tan maravilloso estar en el parto como lo es para mí tenerte a mi lado. Creo que tu hermana va a ser el mejor regalo que puedo darte. Mi niña…..Mamá se va a multiplicar, nunca va a dividir su amor”. Fue como un ritual de despedida, el despegue hacia el encuentro con su hermana, con mi segundo bebé, que iba a nacer en casa.



Planeta parto.- Me levanté a eso de las 8:30 y ya tenía contracciones rítmicas, muy espaciadas aún, pero repetitivas. “Maya va a nacer hoy”. Preparamos el salón, pusimos cojines, preparé en un lugar visible el collar con cuentas que me había preparado mi tribu de amigas, bajamos las persianas para conseguir una íntima penumbra, encendimos velas y Fran puso a Yiruma, la banda sonora que nos acompañó ya todo el día. Tenía las contracciones cada 10 minutos. Me dejaban aún recuperarme muy bien.

El papel de Fran empezó a cobrar muchísima importancia. Tener a tu amor acompañándote en el parto, cómplice de tus contracciones, de tu ritmo, confiando en ti, en él, en nuestra fuerza como familia es la mejor compañía para que tu cuerpo se deje llevar, para que las hormonas hagan su trabajo, para que la oxitocina recorra tu cuerpo y para que sientas lo que tu cuerpo va pidiéndote. Cuando tenía una contracción le avisaba, venía raudo y veloz y me presionaba fuertemente en los riñones. Lucía me observaba desde el sofá y en una de las contracciones ya no pudo resistirse se subió por encima de los cojines, me abrazó fuerte, muy fuerte y no dejaba de preguntar “tas bien mami, tas bien!?”. No contaba con ello y tenía una maravillosa doulita para acompañarme. Éramos un equipo formidable. Me masajeaba con esas manos tan pequeñas y con ese sentimiento y esas ganas de querer hacerlo bien que sólo una peque de 29 meses puede tener. En compañía de los dos estaba siendo tan fácil que me hubiese quedado mucho tiempo en ese planeta parto en el que empezaba a flotar.
Las contracciones seguían avanzando y yo me notaba como entraba en trance, no tenía miedo, ni dudas, ni nervios. Estaba de parto. Estaba de parto en mi casa donde todo estaba preparado desde hacía semanas para recibir a nuestra hija en nuestro hogar. Maya estaba abriéndose camino y sólo tenía que acompañarla. Fran ya había avisado a las matronas que nos iban a atender el parto de que habíamos empezado. De repente los masajes ya no eran tan efectivos y le pedí a Fran que hinchara la piscina. Tenía una mezcla de emoción, felicidad y nerviosismo difícil de explicar pero sabía que no podía estar en un lugar mejor. Me encontraba cómoda, feliz, segura.



Descanso del útero.- Aquí las contracciones se espaciaron un poquito, el anunciado descanso del útero para retomar el parto con toda su fuerza. Me encontraba fenomenal entre contracciones así que estuvimos charlando, le hice unas fotos, conectó la manguera y Lucía se entusiasmó, “¡¡agua!!”. Esto fue lo más divertido del parto. Me metí en la piscina, Lucía se desnudó y apareció con todos sus muñequitos de la bañera ¡en la piscina! ¡Esto era ya una fiesta! El agua calentita me había calmado mucho por el momento. Pero, de repente, las contracciones empezaron a ser muy fuertes y el parto que había sido pausado y sereno entró en vorágine.



La llegada de Maya.- Las contracciones ya no dolían en los riñones. No sabría decir cuánto pero algo había cambiado. Maya descendió bruscamente. Noté que tenía prisa por salir. Las contracciones empezaron a ser muy seguidas y me costaba más recuperarme y de repente, noté una pequeña explosión…había roto aguas. Fran se acercó con la linterna y es tuvimosmirando el agua, era muy clarita, todo iba bien. Y mis contracciones eran salvajes.
La matrona apareció por la puerta y vino directa a la piscina y así se turnó con Fran para seguir echándome agua por encima. Tanti tiene cuatro hijos, valoró rápido la situación y vio que todo iba fenomenal. Me sentí comprendida, mimada por sus manos que acariciaban mi espalda y mi cabeza. Me apoyé en la piscina, echada hacia delante. Escuché sus susurros diciéndome que siguiera respirando, que lo estaba haciendo muy bien….pero entonces empecé a gemir, a gritar, a aullar….Maya quería salir, ya no iba a esperar. “¡Quiero empujar!” alcancé a gritar en medio de mis gemidos salvajes. Y Tanti sólo me dijo “Escúchate, empuja, haz lo que sientes”. Me dio todo el poder que como madre tenía pariendo. Me hizo sentirme capaz de hacerlo sola. Me giré y me puse en cuclillas en el lado opuesto de la piscina. Buscaba un alivio donde no lo había. Apoyé firmemente un pie en el fondo de la piscina, apoyé la otra rodilla, me toqué y noté un abombamiento tremendo. Empujé. Y en ese momento sentí que me rompía. Noté como Maya empujaba conmigo, noté cómo estábamos trabajando juntas, me toqué y mi vagina estaba rebosando de mi bebé. Le palpé la cabeza, el pelo, estabas tan cerca. Necesitabas sólo un poco más para estar en los brazos de mamá. Otra ola llegó, con otra contracción salvaje volví a empujar y noté tu cabeza saliendo. No tenía miedo de volver a empujar…y saliste. Caíste entera entre mis manos. Te noté escurridiza, suave, pequeñita y te cogí con todas mis fuerzas de ti para que no te me escaparas. Te saqué del agua y me senté hacia atrás abrazándote muy fuerte. Te olí, te miré, te palpé, me faltó lamerte….La madre más salvaje y más animal estaba ahí, pariéndote. Eran las 3 de la tarde.

Las hermanas se conocen.- Me prepararon el sofá para que me tumbara con Maya y Lucía vino hacia nosotras, con toda la normalidad de ver que ya estaba su hermana fuera de la tripita de mamá. Lucía le cogió la mano. La miró y le sonrió. “Mama, ¡el bebé!”. La emoción corría por mis venas con una felicidad suprema. Lucía escuchaba a Maya con el doppler casi todos los días. Había presenciado todas las ecografías, todas las revisiones de las matronas. Parecía que no, pero sí. Lucía comprendía perfectamente que el bebé ya estaba aquí. Maya comenzó a mamar enseguida y así en el minuto uno de su existencia hicimos nuestro primer tándem. Mis niñas preciosas. Lo habíamos conseguido. Fran vino a abrazarnos. Me moría de amor. No me dolía nada. Me confirmaron que no tenía ningún desgarro, nada. Es increíble la paz que se respira en un hogar que ha vivido un parto. Al cabo de un rato las dos se quedaron completamente dormidas encima de mí. Estaban agotadas. Mis niñas. Mis amores. Fue todo perfecto.



Estábamos en casita y Maya ya estaba entre nuestros brazos. Nos acostamos en la camita los cuatro, estábamos agotados. Fran preparó cenita y nos la trajo a la cama. Durmieron felices. Yo no podía conciliar el sueño completamente excitada por lo vivido. El amor ya se había multiplicado, por dos….por dos mil. Fran que había llevado el peso y la responsabilidad del parto por fin se relajó. Creo que es imposible tener un mejor compañero de viaje, un padre más comprometido. Por fin, lloramos emocionados, y dejamos fluir las emociones de todo lo vivido.Nuestra manada está completa. Bienvenida Maya.

Gemma y la manada, 37 años, mamá de Lucía y Maya, profesora universitaria.
Málaga (España)



jueves, 8 de octubre de 2015

11 cosas que puedes hacer cuando te hundes y toca resurgir

1. Canta una canción a pleno pulmón en el coche.

2. Desconecta los datos del móvil un rato.

3. Obligate a ver un capítulo de tu serie favorita.

4. Lee un capítulo del libro que te tenía tan enganchada.

5. Ponte guapa. Elige siempre algo con lo que te sientas muy guapa aunque tengas que repetir modelo. Vale la pena sentirse así aunque nos limitemos a pocas cosas.

6. Sal a ver atardecer. Mira la grandeza del sol, de esa luz preciosa en la piel de quien más amas.


Los amores más grandes de mi vida viendo atardecer


7. Besa a tus hijas cada día y no dejes pasar un sólo día sin reír juntas. Pase lo que pase, y estés como estés de cansada o triste. Deja que ellas curen tu dolor.

8. Acurrúcate en los brazos de quien te ama de verdad. De quien cree en ti, de quien antepone tu felicidad a la suya. De quien huele tan bien que te transporta a un sitio seguro donde ya no te sientes sola ni triste ni abandonada. Y por una vez, eres la elegida y la primera.

9. Contacta al menos con una persona importante para ti al día. Sólo envía un saludo, o una foto, o un ¿qué tal estás?. Pero dedica 3 minutos al día a una persona que estará feliz de recibir noticias tuyas y que echabas de menos. No dejes que el tiempo pase. La distancia, se salva rápidamente con un mensaje. Te reconfortará el corazón. A veces necesitamos un de tú a tú. Una conversación íntima que te permita desnudar tu corazón y decir cómo te sientes.

10. Sigue confiando en las personas. Aunque te falle una, o dos, o tres. Sigue dándote con el corazón abierto, porque con que una sola persona lo valore y se ponga a tu altura, habrá merecido la pena. No olvides que las mejores relaciones de tu vida nacieron así. Tras confiar. Tras desterrar miedos. Ama, ama con todas tus fuerzas y con todo tu corazón.

11. Respira. Intenta coger aire, llevarlo hasta dentro y exhalar lentamente. Respira tus penas, tus tristezas, tus miedos, tus traiciones. Respira profundo, aunque las lágrimas te embarguen. Respira sabiendo que todo mejorará. Que lo bueno compensa. Que tus hijas son lo mejor del mundo y que nada ni nadie se merece que pierdas un sólo día sin disfrutarlo. No te olvides de respirar.

Respira, siempre respira: https://www.youtube.com/watch?v=zEuaqA-LTi4

 El amor nos da la vida y su ausencia nos mata un poco cada día. Intenta que se compense. Que el amor lo llene todo, que la sinceridad, la fuerza, la honestidad, el honor, la dignidad, LA VALENTÍA!! llene cada rincón de tu existencia.

Respira la falta de tacto, la falta de verdad, la ausencia de aquellas personas que te habían ilusionado. Respira para aliviar el dolor. Respira para oxigenar tu alma.

Lo que no te mata te hace implacable. Renace, sobrevive, levántate de nuevo. Respira.