jueves, 27 de marzo de 2014

La vida sigue

Hoy se termina nuestra luna de miel en Málaga. Nunca pensé que serías una ciudad tan importante en mi vida. Es la ciudad en la que he vivido los momentos más importantes de mi vida: en la que me enamoré y en la que han nacido mis dos hijas. Málaga…es la ciudad que me trae la serenidad, el descanso, la desconexión. La ciudad en la que nos hemos preparado como padres, la ciudad que me ha llevado al planeta parto dos veces, con dos experiencias maravillosas y memorables, la ciudad en la que me relajo y en la que se equilibran las prioridades de mi vida, eso tan difícil en la vida cotidiana.  Sólo necesito llegar aquí para recomponer mis necesidades, para reordenar mis pensamientos, para saber qué hacer y como enfocar mis nuevos retos, para saborear lo que es más importante en la vida. Mis períodos en Málaga siempre han sido para mimarnos, para relajarnos, para recibir a nuestros bebés. Es imposible no sentir este lugar como mi hogar aunque haya nacido a kilómetros de distancia de aquí. Ya tenemos una lista larga de sitios favoritos y aún así siempre quedan planes por hacer y siempre hay paseos que recorremos incondicionalmente para saborearla…a nuestra manera. Málaga es ya nuestra. De mi pequeña familia.



Hoy se termina nuestra escapada, nuestro kit kat. Tras muchos preparativos, tras hacer un tetris para que la casa estuviera perfecta para los cinco…toca marcharnos ahora que, francamente, todo iba sobre ruedas. Me parece que fue ayer cuando montamos los nuevos muebles para colocar la ropita de Maya y antes de ayer cuando pintábamos la habitación que iba a ser para Lucía y hace muy poco que Fran me sorprendió comprando una camita para Leyre cuando aún estábamos conociéndonos.





Y ya estamos listos. Listos para volver, para seguir avanzando, para seguir creciendo.  No hace falta adivinarlo…me quedaría aquí. Paralizaría este momento. Le daría al pause un ratito más. Siento que el tiempo se me escurre entre las manos.











Me cuesta pensar que ya no pasearé de madrugada acunando un recién nacido viendo la luna flotar desde el salón. O que ya se ha terminado dar los buenos días al mar un martes de invierno. Se me anuda la garganta de pensar que esto ya no volverá.  Que el tiempo vuela. Esta ciudad me ha traído los días más mágicos de mi espera. Las siestas más placenteras. Los paseos al sol en un invierno a 22 grados.




La magia de estos días persistirá para siempre en nuestros recuerdos porque ha sido un privilegio poder cuidar así los preparativos de los nacimientos de nuestras pequeñas y tener unos puerperios arropados por el aroma del mar.





Nada hubiese sido igual en otro lugar y hemos disfrutado todo lo posible de esta gran oportunidad. Hemos exprimido cada segundo pero aún así me sabe a poco. Cuando algo lo disfrutas tanto….nada es suficiente, siempre parece corto. Y ha sido un período importante para todos. Para mi espera, para el recibimiento de Maya y también para Lucía que ha crecido muchísimo y no sólo físicamente en estos meses. Ninguno somos los mismos. Todos hemos evolucionado, hemos cambiado y ahora proseguimos el camino con otras expectativas, con otros deseos. Queremos que esta magia nos acompañe, que no se quede todo aquí, que nos permita disfrutar de lo que viene. Que cada etapa nos depare nuevas sorpresas, nuevos planes. Sabemos que esto no ha hecho más que empezar, pero salimos de nuestra zona de confort y dar el paso cuesta mucho. Vamos a echar de menos tantas y tantas cosas y a personas tan especiales…..pero toca re-adaptarse, re-organizarse, re-comenzar la vida en la Mancha….porque la vida sigue.


Pero sólo nos hará falta volver a pasear por nuestra playa para respirar hondo y recordar que esto, esto que sentimos aquí, es nuestra verdadera felicidad y si alguna vez se nos olvida, este es el punto de encuentro para localizarla de nuevo y volver a reorientar nuestra brújula. Quizá eso, hace aún más valioso este lugar.

Volvemos pronto.





jueves, 20 de marzo de 2014

Hoy probamos.....trigo sarraceno


La alimentación es un tema que no preocupaba mucho hasta ahora. Supongo que no haber tenido problemas específicos de salud, ni sobrepeso haya hecho que minusvalorarámos la alimentación. Solemos comer una dieta más o menos equilibrada y la introducción de alimentos de Lucía la hicimos siguiendo su ritmo y su autorregulación, el denominado baby led weaning del que podéis leer más en el blog de Eloísa que me gusta mucho. Lucía siempre ha comido de todo aunque no grandes cantidades, pero se ha mantenido siempre de altura y peso estupendos y feliz, así que no dudo de que haya comido bien. Ahora que cumple los 32 meses empezamos a observar que hemos perdido un poco el camino inicial introduciendo alimentos no deseables a estas edades en cantidades más descontroladas. Se nos ha hecho una fan del chocolate y el azúcar y aunque lo quema todo es verdad que le altera el estado de ánimo y que hace que se acueste muy tarde, por ejemplo. Y para algunas cosas como la merienda ya no sabíamos como acertar.

En definitiva, varias razones me llevaron a pensar que un taller de alimentación infantil me vendría bien y fue un acierto asistir al taller de Nutriterapia Infantil de Pilar R. Galacho en La Caracola (uno de nuestros sitios favoritos del que hablaré en otro momento). Salí con una perspectiva diferente de lo que debíamos comer en casa y por supuesto, de lo que debía y podía ofrecer a Lucía y dentro de pocos meses a Maya. Así que nos hemos puesto las pilas, estamos leyendo, informándonos y probando cositas nuevas. Algunas, os las voy a contar aquí. En la web hay muchísima información pero yo quiero contaros las cosas que una familia "normal" de alimentación "tradicional" va incorporando a su dieta. Nuestras impresiones, recetas, y las cosas que podemos ir sustituyendo por otras más sanas. De estas experiencias van a surgir las entradas de Hoy probamos....que esperamos sean interesantes y os animen a probar cositas nuevas.

Hoy os hablo del trigo sarraceno o alforfón. A pesar del nombre no es propiamente un cereal si no más otra cosa, pertenece a la familia de las poligonáceas y no de las gramíneas, pero se parece mucho a un cereal. Lo podéis encontrar con nombres variados: alforfón, alforjón, fajol, grano turco, sarraceno, trigo árabe, trigo cabruno, trigo-haya, trigo negro, trigo sarracénico, trigo sarraceno o fajol. Es originario del Asia Central. Se puede consumir en forma de grano (son de forma triangular, como una pequeña pirámide) y en forma de harina. De su harina se elabora pasta o Soba (como se conoce en Japón), crepes, sémolas y pasteles. Los granos tostados se conocen como Kasha. Me llamó la atención porque tiene un alto contenido en vitaminas del grupo B junto con un alto aporte de hierro por lo que es un buen aliado contra la anemia. Aunque Lucía ya come más cosas, sigue tomando leche materna y los días que no quiere comer prácticamente se conforma con teta, así que me interesa que tome alimentos que eviten una posible carencia de hierro que es lo único que a partir del año de edad la leche materna no aporta en cantidades suficientes. En casa queremos introducir cosas que nos beneficien a todos y este trigo además es un alimento rico en ácido oleico, linoleico, palmítico y linolénico así que también es un buen aliado contra el colesterol y las enfermedades cardiovasculares. De momento, nosotros lo hemos usado como harina, triturando el grano pero le veo muchas posibilidades incluso como sustituto de grasas y espesantes ya que el 70% del grano es almidón, así que seguro que lo puedo añadir en salsas y cremas. Es bastante energético así que no lo vamos a tomar de noche pero sí es una merienda ideal y como de merienda andaba escasa de ideas, esto me va a venir fenomenal. Además es "el rey de la proteína vegetal" debido a su alto contenido en proteínas (entre un 10 y un 13 %) y a la su gran disponibilidad (se calcula que podemos asimilar el 70 %) A la vez es muy rico en el aminoácido Lisina (escaso en las proteínas vegetales) y en otros aminoácidos esenciales (arginina, metionina, treonina y valina)según nos cuentan en En Buenas Manos y además no contiene gluten y por ello es ideal en dietas para los celíacos o para dárselo a Maya cuando empiece a probar los primeros cereales.


¿Cómo lo hemos preparado?. Hay varias opciones, pero la que más nos ha llamado la atención ha sido en forma de crepes. Los hemos preparado con un poquito de cacao para hacer más llevadera la introducción y la verdad es que ha sido un éxito.

La receta es sencilla:

1 vaso de trigo sarraceno
3/4 vaso de leche de avena (hablaré de ella en otra ocasión)
1 cucharada de aceite de oliva

Hemos dejado en remojo el trigo 3 horas (lo dejé a mediodía para prepararlo para la merienda), a continuación, lo hemos escurrido bien y aclarado bajo el grifo de agua fría. Se mezcla con la leche de avena y se pasa ligeramente por la batidora y después se añade el aceite y se homogeneiza con la cuchara. Las crepes se preparan en una sartén antiadherente a fuego medio como las crepes americanas tradicionales.

El sabor es muy suave, se le podría añadir a la mezcla una pizca de sal o algún edulcorante sano (tipo sirope de agave) pero como lo ibamos a combinar con chocolate no añadimos nada. Estaban muy ricas y han sido una merienda mucho más nutritiva y sana. Las que nos sobraron las reservamos para la noche y las preparamos en plan salado. Al ser tan suaves admiten cualquier mezcla. Las preparamos con un poco de lechuga, queso blando y pavo y también estaban fenomenal.

La siguiente receta que queremos probar es esta con verduritas y curry que tiene una pinta deliciosa. También parece interesante para preparar masas express de pan porque tiene la capacidad de degradar el glutén rapidísimo. Tengo este enlace como referencia para prepararlo en cuanto vuelva a Ciudad Real y empiece a re-utilizar la thermomix para hacer pan cada día. Ánimate a probar y si te sabes más recetas ¡cuéntamelas!





lunes, 17 de marzo de 2014

Materials science masterclass - nivel 2 años

Clasificar por colores y formas es una de las actividades más sencillas y, sin embargo, más atrayentes para los peques de 2 a 3 años. Nosotras jugamos de muchas maneras distintas y tratamos de sacarle el máximo partido a la actividad. En concreto hemos preparado una cesta con diferentes tipos de objetos de diferentes colores, tratando de limitar el número de materiales utilizados a 2 o 3 distintos y hemos creado unos círculos con cordeles para clasificarlos.



Hecho esto, hemos jugado a tres propuestas distintas. La primera era clasificar por objetos. Es la que ha resuelto más rápido. La primera ronda de clasificaciones la he hecho yo, y la verdad es que enseguida ella ha clasificado el resto: tapones, palitos, pajitas, tarjetas, tuercas, fruta.






Después hemos jugado a clasificar por colores. Se nota que es a lo que más juega porque lo ha propuesto ella misma y lo ha hecho muy rápido.








La siguiente ha sido mucho más difícil. Como profesora de Ingeniería de Materiales no me he podido resistir a clasificar por tipo de material. Evidentemente no ha sido una clasificación estricta entre metales, polímeros, cerámicos y materiales compuestos, si no, más bien entre materiales con los que ella está familiarizada y que iba a poder distinguir, aunque desde luego tengo idea de seguir profundizando en estos aspectos.


Con lo que teníamos en la cesta hemos clasificado entre madera, plástico y papel (ya le introduciré el ciclo madera-papel más adelante ;)) y hemos añadido algún objeto metálico. Le he propuesto buscar por casa algún objeto metálico más y luego nos hemos parado a observar y comentar. He hecho hincapié en que el metal era frío, resistente y duro. La madera tenía textura, no estaba fría y al golpearla no sonaba como el metal. Con el plástico hemos visto que era flexible y ligero. Y con el papel que era flexible y fácil de rasgar.

Ahí es na...muchos de estos conceptos no los distinguen ni mis alumnos de segundo de ingeniería..pero...poco a poco. Es una manera divertida de introducir palabras y conceptos, jugar a buscar cosas semejantes por la casa (la cucharilla la trajo ella por ejemplo) y además es un excelente juego sensorial (mirar, tocar y escuchar como suenan). Para otra vez escogeré alguna cerámica que podamos romper y hablar de la fragilidad o haremos un material compuesto en capas (se me ocurre gomaeva y tiras de cartón por ejemplo) para mejorar la resistencia. Ay! madre esto me encanta y ojo! a ella le ha encantado :)