sábado, 23 de agosto de 2014

Sin perder mi identidad

Soy Doctora en Ciencias Química, profesora de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Ciudad Real. Estoy especializada en ciencia y tecnología de materiales, soy una de las pioneras y pocas expertas en España en la tecnología de procesado de Moldeo por Inyección de Polvos (Powder  Injection Moulding) y soy responsable de una de las plantas piloto mejor equipadas en esta tecnología en Europa. Mi grupo de investigación publica frecuentemente en revistas de alto impacto científico, cuento con dos sexenios de investigación y entre algunas de mis publicaciones más importantes está mi contribución de un capítulo completo al primer Handbook en Metal Injection Moulding. Soy investigadora responsable de varios proyectos de investigación, la mayoría con empresas, lo que corrobora su carácter tecnológico y la carga de transferencia industrial que tienen y estos proyectos me permiten dirigir en la actualidad una tesis doctoral y más de 6 proyectos fin de carrera al año y contar con dinero para seguir investigando, mantener actualizado mi laboratorio, pagar formación complementaria para mis estudiantes y para mí misma y estar plenamente actualizados en cuanto a tecnología y ciencia se refiere.  Llevo 10 años impartiendo todas las asignaturas relacionadas con materiales en la titulación de Ingeniero Industrial y ahora en los Grados de Mecánica, Electricidad, Electrónica y Automática, además de diversos cursos especializados en diversas temáticas. He vivido en tres países, realizado estancias en centros de prestigio en State College (Penn State), en Seisberdorf (Austria) y Karlsruhe (Alemania). En mis congresos científicos y viajes personales he visitado unos 20 países por lo que creo que tengo un nivel cultural alto y un bagaje de experiencias personales elevado y variado. Pertenezco a comisiones de cierta relevancia académica y hasta al Comité de Empresa en representación de mi grupo laboral, los Contratados Doctores, personal laboral permanente, plaza que puedo decir he conseguido sin enchufes,conocidos, ni nada que se le parezca. Desde que conseguí mi beca para hacer la tesis doctoral nunca me ha mantenido nadie. Ni mis padres, ni mi familia, ni mi marido. Siempre me he pagado absolutamente todo. En la actualidad mantengo dos casas y mi coche, me considero totalmente involucrada en los cambios científico-tecnológicos de la sociedad en la que vivo. Aclaro esto para que quede claro que nunca he vivido entre algodones, que me he pagado gran parte de mi carrera universitaria consiguiendo matrículas de honor (que eximen del pago del mismo número de créditos en la matricula siguiente), dando muchas, muchísimas clases particulares y con el esfuerzo de una familia trabajadora a la que le cuesta llegar a fin de mes detrás. Mi vida no ha sido fácil ni cómoda. A día de hoy doy teta a mis dos hijas, consumo comida ecológica, uso pañales de tela, colecho, porteo y hago juegos y actividades maravillosas con mis niñas, a las que dedico todo el tiempo que puedo (sí, llevo todo el pack, hasta he parido en casa!).  Ah! Y no las he bautizado, ni puesto pendientes. Ni somos cristianos practicantes, ni monto bodorrios, ni las pongo trapitos incomódos. Eso sí, hago unas magdalenas riquísimas y he aprendido a coser unos pantalones comodísimos y superoriginales con las telas que mis propias niñas eligen. ¿Por qué cuento esto? Porque el artículo de Adela Muñoz yMaria Lozano en el Huffington Post se sale del tiesto.  

Artículos como este, escrito por “tituladas universitarias” con una “gran carrera científica detrás” demuestran que no es que no sigan el mismo camino que yo, que respeto profundamente que no lo hagan, allá cada cual, es que para sentirse mejor con su elección necesitan crear enfrentamiento entre las madres, decirles que están renunciando a sus vidas, infravalorar lo que hacen por sus hijos, reírse de sus esfuerzos por disfrutar de sus hijos, porque ellas posiblemente eligieron una vida diferente. Posiblemente son madres que para llegar a la posición que tienen han tenido que renunciar a parte de su maternidad, de sus propios instintos y necesitan justificar la vida que han llevado y que ha resultado ser exitosa y productiva. Se han pasado media vida luchando contra el machismo imperante, peleándose por conseguir una posición profesional que seguramente merecían y hasta es posible que hayan tenido hijos pero para compatibilizarlo seguramente hayan tenido que recurrir a renunciar a sus bajas maternales, introducir biberón con cereales a los 4 meses para que los bebés aguantasen sin mamá tantas horas, aparcar a sus hijos en guarderías durante muchas horas al día, comprar los pañales desechables que más durasen puestos y comprar la comida prefabricada más rápida del supermercado. Seguramente tiene mucho mérito conseguir llegar donde han llegado y no critico en absoluto que hayan tenido que recurrir a esos recursos para conseguirlo (sí, compro sopa envasada también y fingers de pollo, no veamos absolutismos donde no los hay). Cada una hace lo que puede y llega donde puede.  Pero lo siento, se han pasado. Se han pasado tres pueblos. Porque aunque respeto sus elecciones, respeto su incapacidad para ver más allá de su espectro adultocentrista, respeto que hayan hecho lo que han podido (ni mejor ni peor, diferente), el enfoque de su artículo no es respetuoso hacia las madres que hemos elegido otro camino. Intentan desprestigiar a las madres que deciden quedarse en casa, haciendo ver que no están ni informadas de lo que pasa en el mundo. Vendiendo la idea de madres ignorantes que están en casa haciendo pastelitos y tratando de hacer ver que entidades como la Liga de La Leche, que ha conseguido verdaderas mejoras en la información sobre la lactancia, quede desprestigiada como una entidad puramente religiosa. 

Lo siento, conmigo dan en piedra. Una de las principales premisas de la crianza con apego es el respeto. Y esta premisa, sí deberían aplicársela porque además de irrespetuosas pecan de mal informadas e ignorantes. No recogen en absoluto las posibilidades reales que hay de compaginar la maternidad, con la profesionalidad, con el cambio real de la sociedad. Sus opiniones son anticuadas, obsoletas y parciales. Y además buscan enfrentar unas madres con otras lo que me parece un objetivo totalmente ruin e improductivo.

¿Cuál es la pretensión de su artículo? ¿Que todas hagamos lo mismo que ellas? ¿Consideran una elección superior su elección? ¿Qué la maternidad hace perder tu identidad? Pues mira, puestos a comparar, considero que su elección es mediocre. Este artículo me parece demagogia barata de mujeres mediocres que prefieren renunciar a sus instintos más básicos y los de sus crías para justificar una vida “más cómoda” en la que se obvien las necesidades de apego más básicas y vitales y en las que necesitan justificar su vagueza y mediocridad por esforzarse en ofrecer lo que desde su interior saben que es mejor y más sano para sus hijos y para el mundo en el que viven. Porque la maternidad consciente además de profundamente informada e implicada es tremendamente comprometida y cuando te quitas la venda (impuesta por la sociedad) ya no puedes parar, ni volver atrás y ya nada es como la publicidad, los políticos y la sociedad consumista te ha querido hacer ver.

Te das cuenta que tus hijos te necesitan a ti y que no necesitan mil artilugios que les distraigan, ni cunas carísimas, ni carros de mil euros, ni guarderías de 14 horas, ni que sean una madre escribiendo normas en una pared y regalando gomets verdes. Te das cuenta de que el cambio de esta sociedad empieza ofreciéndoles tu calor, tus abrazos, tu cariño, manteniéndoles cerca todo el tiempo posible y permitiendo que crezcan en esta sociedad muy protegidos y viviendo el respeto y el cariño en su hogar, de manera de que poco a poco hagamos niños que puedan cambiar este mundo violento y hostil al que hemos llegado porque lo hayan vivido en sus carnes, porque hayan crecido rodeados de respeto y de madres (y padres) totalmente volcados y conscientes de sus necesidades. Y que mientras esto ocurre, tenemos que hacer acrobacias por seguir desarrollándonos profesionalmente y ofreciendo cambios en esta sociedad en la medida de nuestras posibilidades. Y que no puedo dar un modelo a seguir a mis hijas mejor, que la madre que, aun con todos mis defectos, intento y lucho por ser cada día. Porque mis hijas verán una madre que se equivoca, que mete la pata, que está muy lejos de ser perfecta, pero que no se cansa de intentarlo, de pedir disculpas si me equivoco, de leer, de informarme, de cambiar mi manera de manejar las situaciones conflictivas, de mejorar cada día, de autocriticarme, de crecer, de ver que cada día tengo algo que mejorar. Y que además lucha por una conciliación más real, una conciliación profesional acorde a los deseos de las mujeres que escogemos seguir trabajando. Y no busco enfrentar a ninguna madre, ni valorar cual es mejor, ni hacer comparaciones odiosas ni críticas destructivas.

Lo que sí puedo asegurar es que no peleo ni lucho contra mis instintos. Me dejo llevar por lo que me pide el cuerpo, por lo que mis hijas veo que necesitan y les hace felices. Me peleo más por compatibilizar mis instintos con esta sociedad que me ha tocado vivir que por ocultar lo que de verdad siento que quiero hacer. Por eso, no tengo que compararme con esas madres. No las siento mejores ni peores, no necesito criticarlas, porque cada una hace lo que cree que debe hacer y está en un punto de desarrollo personal distinto…y respetable.




Y todo lo que hago, los malabares, los equilibrios, las horas sin dormir, los encajes perfectos entre mi marido y yo, lo hago porque considero que es lo mejor para ellas, para mi familia (incluido mi marido, que contribuye por supuesto, con el mismo nivel de implicación para que todo esto sea posible) y por supuesto para mí, como persona, como mujer y como madre y no consiento que nadie, nadie!, ponga en duda que mi capacidad de raciocinio está ni mínimamente mermada, porque la considero más activa, más lúcida y más pura que nunca. Y además, para más datos, siento que la maternidad es la principal responsable y por suerte, lejos de perder mi identidad, siento que ahora, soy yo. Más completa que nunca. 



P.d. Me gustaría contar la historia de más mamás como yo, que se refleje la realidad que tantas estamos viviendo. Si quieres participar escríbeme: gemma.herranz@gmail.com. No prometo que sea pronto....pero me gustaría darle visibilidad. 

jueves, 27 de marzo de 2014

La vida sigue

Hoy se termina nuestra luna de miel en Málaga. Nunca pensé que serías una ciudad tan importante en mi vida. Es la ciudad en la que he vivido los momentos más importantes de mi vida: en la que me enamoré y en la que han nacido mis dos hijas. Málaga…es la ciudad que me trae la serenidad, el descanso, la desconexión. La ciudad en la que nos hemos preparado como padres, la ciudad que me ha llevado al planeta parto dos veces, con dos experiencias maravillosas y memorables, la ciudad en la que me relajo y en la que se equilibran las prioridades de mi vida, eso tan difícil en la vida cotidiana.  Sólo necesito llegar aquí para recomponer mis necesidades, para reordenar mis pensamientos, para saber qué hacer y como enfocar mis nuevos retos, para saborear lo que es más importante en la vida. Mis períodos en Málaga siempre han sido para mimarnos, para relajarnos, para recibir a nuestros bebés. Es imposible no sentir este lugar como mi hogar aunque haya nacido a kilómetros de distancia de aquí. Ya tenemos una lista larga de sitios favoritos y aún así siempre quedan planes por hacer y siempre hay paseos que recorremos incondicionalmente para saborearla…a nuestra manera. Málaga es ya nuestra. De mi pequeña familia.



Hoy se termina nuestra escapada, nuestro kit kat. Tras muchos preparativos, tras hacer un tetris para que la casa estuviera perfecta para los cinco…toca marcharnos ahora que, francamente, todo iba sobre ruedas. Me parece que fue ayer cuando montamos los nuevos muebles para colocar la ropita de Maya y antes de ayer cuando pintábamos la habitación que iba a ser para Lucía y hace muy poco que Fran me sorprendió comprando una camita para Leyre cuando aún estábamos conociéndonos.





Y ya estamos listos. Listos para volver, para seguir avanzando, para seguir creciendo.  No hace falta adivinarlo…me quedaría aquí. Paralizaría este momento. Le daría al pause un ratito más. Siento que el tiempo se me escurre entre las manos.











Me cuesta pensar que ya no pasearé de madrugada acunando un recién nacido viendo la luna flotar desde el salón. O que ya se ha terminado dar los buenos días al mar un martes de invierno. Se me anuda la garganta de pensar que esto ya no volverá.  Que el tiempo vuela. Esta ciudad me ha traído los días más mágicos de mi espera. Las siestas más placenteras. Los paseos al sol en un invierno a 22 grados.




La magia de estos días persistirá para siempre en nuestros recuerdos porque ha sido un privilegio poder cuidar así los preparativos de los nacimientos de nuestras pequeñas y tener unos puerperios arropados por el aroma del mar.





Nada hubiese sido igual en otro lugar y hemos disfrutado todo lo posible de esta gran oportunidad. Hemos exprimido cada segundo pero aún así me sabe a poco. Cuando algo lo disfrutas tanto….nada es suficiente, siempre parece corto. Y ha sido un período importante para todos. Para mi espera, para el recibimiento de Maya y también para Lucía que ha crecido muchísimo y no sólo físicamente en estos meses. Ninguno somos los mismos. Todos hemos evolucionado, hemos cambiado y ahora proseguimos el camino con otras expectativas, con otros deseos. Queremos que esta magia nos acompañe, que no se quede todo aquí, que nos permita disfrutar de lo que viene. Que cada etapa nos depare nuevas sorpresas, nuevos planes. Sabemos que esto no ha hecho más que empezar, pero salimos de nuestra zona de confort y dar el paso cuesta mucho. Vamos a echar de menos tantas y tantas cosas y a personas tan especiales…..pero toca re-adaptarse, re-organizarse, re-comenzar la vida en la Mancha….porque la vida sigue.


Pero sólo nos hará falta volver a pasear por nuestra playa para respirar hondo y recordar que esto, esto que sentimos aquí, es nuestra verdadera felicidad y si alguna vez se nos olvida, este es el punto de encuentro para localizarla de nuevo y volver a reorientar nuestra brújula. Quizá eso, hace aún más valioso este lugar.

Volvemos pronto.





jueves, 20 de marzo de 2014

Hoy probamos.....trigo sarraceno


La alimentación es un tema que no preocupaba mucho hasta ahora. Supongo que no haber tenido problemas específicos de salud, ni sobrepeso haya hecho que minusvalorarámos la alimentación. Solemos comer una dieta más o menos equilibrada y la introducción de alimentos de Lucía la hicimos siguiendo su ritmo y su autorregulación, el denominado baby led weaning del que podéis leer más en el blog de Eloísa que me gusta mucho. Lucía siempre ha comido de todo aunque no grandes cantidades, pero se ha mantenido siempre de altura y peso estupendos y feliz, así que no dudo de que haya comido bien. Ahora que cumple los 32 meses empezamos a observar que hemos perdido un poco el camino inicial introduciendo alimentos no deseables a estas edades en cantidades más descontroladas. Se nos ha hecho una fan del chocolate y el azúcar y aunque lo quema todo es verdad que le altera el estado de ánimo y que hace que se acueste muy tarde, por ejemplo. Y para algunas cosas como la merienda ya no sabíamos como acertar.

En definitiva, varias razones me llevaron a pensar que un taller de alimentación infantil me vendría bien y fue un acierto asistir al taller de Nutriterapia Infantil de Pilar R. Galacho en La Caracola (uno de nuestros sitios favoritos del que hablaré en otro momento). Salí con una perspectiva diferente de lo que debíamos comer en casa y por supuesto, de lo que debía y podía ofrecer a Lucía y dentro de pocos meses a Maya. Así que nos hemos puesto las pilas, estamos leyendo, informándonos y probando cositas nuevas. Algunas, os las voy a contar aquí. En la web hay muchísima información pero yo quiero contaros las cosas que una familia "normal" de alimentación "tradicional" va incorporando a su dieta. Nuestras impresiones, recetas, y las cosas que podemos ir sustituyendo por otras más sanas. De estas experiencias van a surgir las entradas de Hoy probamos....que esperamos sean interesantes y os animen a probar cositas nuevas.

Hoy os hablo del trigo sarraceno o alforfón. A pesar del nombre no es propiamente un cereal si no más otra cosa, pertenece a la familia de las poligonáceas y no de las gramíneas, pero se parece mucho a un cereal. Lo podéis encontrar con nombres variados: alforfón, alforjón, fajol, grano turco, sarraceno, trigo árabe, trigo cabruno, trigo-haya, trigo negro, trigo sarracénico, trigo sarraceno o fajol. Es originario del Asia Central. Se puede consumir en forma de grano (son de forma triangular, como una pequeña pirámide) y en forma de harina. De su harina se elabora pasta o Soba (como se conoce en Japón), crepes, sémolas y pasteles. Los granos tostados se conocen como Kasha. Me llamó la atención porque tiene un alto contenido en vitaminas del grupo B junto con un alto aporte de hierro por lo que es un buen aliado contra la anemia. Aunque Lucía ya come más cosas, sigue tomando leche materna y los días que no quiere comer prácticamente se conforma con teta, así que me interesa que tome alimentos que eviten una posible carencia de hierro que es lo único que a partir del año de edad la leche materna no aporta en cantidades suficientes. En casa queremos introducir cosas que nos beneficien a todos y este trigo además es un alimento rico en ácido oleico, linoleico, palmítico y linolénico así que también es un buen aliado contra el colesterol y las enfermedades cardiovasculares. De momento, nosotros lo hemos usado como harina, triturando el grano pero le veo muchas posibilidades incluso como sustituto de grasas y espesantes ya que el 70% del grano es almidón, así que seguro que lo puedo añadir en salsas y cremas. Es bastante energético así que no lo vamos a tomar de noche pero sí es una merienda ideal y como de merienda andaba escasa de ideas, esto me va a venir fenomenal. Además es "el rey de la proteína vegetal" debido a su alto contenido en proteínas (entre un 10 y un 13 %) y a la su gran disponibilidad (se calcula que podemos asimilar el 70 %) A la vez es muy rico en el aminoácido Lisina (escaso en las proteínas vegetales) y en otros aminoácidos esenciales (arginina, metionina, treonina y valina)según nos cuentan en En Buenas Manos y además no contiene gluten y por ello es ideal en dietas para los celíacos o para dárselo a Maya cuando empiece a probar los primeros cereales.


¿Cómo lo hemos preparado?. Hay varias opciones, pero la que más nos ha llamado la atención ha sido en forma de crepes. Los hemos preparado con un poquito de cacao para hacer más llevadera la introducción y la verdad es que ha sido un éxito.

La receta es sencilla:

1 vaso de trigo sarraceno
3/4 vaso de leche de avena (hablaré de ella en otra ocasión)
1 cucharada de aceite de oliva

Hemos dejado en remojo el trigo 3 horas (lo dejé a mediodía para prepararlo para la merienda), a continuación, lo hemos escurrido bien y aclarado bajo el grifo de agua fría. Se mezcla con la leche de avena y se pasa ligeramente por la batidora y después se añade el aceite y se homogeneiza con la cuchara. Las crepes se preparan en una sartén antiadherente a fuego medio como las crepes americanas tradicionales.

El sabor es muy suave, se le podría añadir a la mezcla una pizca de sal o algún edulcorante sano (tipo sirope de agave) pero como lo ibamos a combinar con chocolate no añadimos nada. Estaban muy ricas y han sido una merienda mucho más nutritiva y sana. Las que nos sobraron las reservamos para la noche y las preparamos en plan salado. Al ser tan suaves admiten cualquier mezcla. Las preparamos con un poco de lechuga, queso blando y pavo y también estaban fenomenal.

La siguiente receta que queremos probar es esta con verduritas y curry que tiene una pinta deliciosa. También parece interesante para preparar masas express de pan porque tiene la capacidad de degradar el glutén rapidísimo. Tengo este enlace como referencia para prepararlo en cuanto vuelva a Ciudad Real y empiece a re-utilizar la thermomix para hacer pan cada día. Ánimate a probar y si te sabes más recetas ¡cuéntamelas!





lunes, 17 de marzo de 2014

Materials science masterclass - nivel 2 años

Clasificar por colores y formas es una de las actividades más sencillas y, sin embargo, más atrayentes para los peques de 2 a 3 años. Nosotras jugamos de muchas maneras distintas y tratamos de sacarle el máximo partido a la actividad. En concreto hemos preparado una cesta con diferentes tipos de objetos de diferentes colores, tratando de limitar el número de materiales utilizados a 2 o 3 distintos y hemos creado unos círculos con cordeles para clasificarlos.



Hecho esto, hemos jugado a tres propuestas distintas. La primera era clasificar por objetos. Es la que ha resuelto más rápido. La primera ronda de clasificaciones la he hecho yo, y la verdad es que enseguida ella ha clasificado el resto: tapones, palitos, pajitas, tarjetas, tuercas, fruta.






Después hemos jugado a clasificar por colores. Se nota que es a lo que más juega porque lo ha propuesto ella misma y lo ha hecho muy rápido.








La siguiente ha sido mucho más difícil. Como profesora de Ingeniería de Materiales no me he podido resistir a clasificar por tipo de material. Evidentemente no ha sido una clasificación estricta entre metales, polímeros, cerámicos y materiales compuestos, si no, más bien entre materiales con los que ella está familiarizada y que iba a poder distinguir, aunque desde luego tengo idea de seguir profundizando en estos aspectos.


Con lo que teníamos en la cesta hemos clasificado entre madera, plástico y papel (ya le introduciré el ciclo madera-papel más adelante ;)) y hemos añadido algún objeto metálico. Le he propuesto buscar por casa algún objeto metálico más y luego nos hemos parado a observar y comentar. He hecho hincapié en que el metal era frío, resistente y duro. La madera tenía textura, no estaba fría y al golpearla no sonaba como el metal. Con el plástico hemos visto que era flexible y ligero. Y con el papel que era flexible y fácil de rasgar.

Ahí es na...muchos de estos conceptos no los distinguen ni mis alumnos de segundo de ingeniería..pero...poco a poco. Es una manera divertida de introducir palabras y conceptos, jugar a buscar cosas semejantes por la casa (la cucharilla la trajo ella por ejemplo) y además es un excelente juego sensorial (mirar, tocar y escuchar como suenan). Para otra vez escogeré alguna cerámica que podamos romper y hablar de la fragilidad o haremos un material compuesto en capas (se me ocurre gomaeva y tiras de cartón por ejemplo) para mejorar la resistencia. Ay! madre esto me encanta y ojo! a ella le ha encantado :)




viernes, 28 de febrero de 2014

Viajar con niños es divertido. Parte 2

¿Qué es para nosotros imprescindible para viajar con niños? Cada familia es un mundo pero a nosotros desde luego nos han ido muy bien:

Visitando cosas bonitas en el fular
- Portear. Desde el nacimiento porteamos a nuestras hijas. Esto marca un antes y un después en los viajes. Te cargas al niño encima pero te quitas pesos, carros, bolsas, abrir y cerrar carros, te liberas las manos....además de permitirte moverte como si no tuvieras niños. Porteando no tendrás problemas en embarques, visitas a monumentos, jardines o lugares con encanto con escaleras, bares de tapeo, calles estrechas, lugares abarrotados, centros comerciales, cuestas pronunciadas. Podrás además controlar mucho más a tu pequeño. Te permite ir relatándole lo que ves, le proteges del frío, del sol, de los desconocidos. Le aportas seguridad, tranquilidad y unas vistas mucho más agradables. La verdad es que desde que nació mi primera bebé a mi me resultaba impensable separarme de ella para pasear. Así que integré el portabebés en mi vida cotidiana y en todas mis salidas y tambien en casa, pero si hablamos de viajar se convierte en un elemento como digo, imprescindible. Es importante que porteen los dos, papá y mamá. Porque así os podéis turnar cuando la jornada sea larga o cuando el bebé vaya pesando o simplemente quiera cambiar de vistas y de porteador. Si se portea desde pequeño mejor porque así vamos fortaleciendo la espalda poco a poco y verdaderamente se va controlando el tema y la habilidad para subirlo y bajarlo rápidamente.

Con papi

- Cobertor. Especialmente en invierno. Te permite abrigar y desabrigar rápidamente al bebé lo que es importante al entrar en transportes públicos, centros comerciales, museos.....y te permite abrigarlo cómodamente si de repente sopla viento, empieza a llover o se visita un sitio más frío. El cobertor sirve como mantita también en aviones, trenes, coches donde pudieras trasladarte con el bebé. Nosotros lo tenemos con una capa impermeable desmontable y así es todo terreno. Así el bebé va en el portabebés sin abrigo, más cómodo y el cobertor le cubre por encima. A mí me encanta y como me he encontrado últimamente con mamás que me preguntan como me las apaño, os lo cuento. Para toda la información que necesites sobre este tema te recomiendo que visites la web de Red Canguro. Además puedes encontrar numerosas tiendas online que ofrecen vídeos y blogs informativos sobre los tipos de portabebés, nudos, etc. Si te apetece viajar, el porteo es una gran opción.

Preparadas para otro viaje

- La teta. Al margen de ser el alimento normal y natural que todos los bebés deberían recibir y de sus sobradas y demostradas ventajas sobre cualquier tipo de sustituto, sólo hablando de viajes, únicamente pensando en su utilidad en los viajes me parece que la teta se lleva la palma sobre cualquier otro elemento imprescindible. Tetar te permite llevar la comida del bebé puesta y dispuesta a la temperatura adecuada en cualquier momento y lugar. De manera que te evitas preocuparte por pararte, calentar, preparar....en fin, que ni me imagino nuestro trajín viajero sin teta. La teta no sólo es alimento, si no también refugio, cobijo, tranquilidad. La teta ha permitido que nuestra niña fuera tranquila y relajada en avión, barco, autobus, tren (la mayor parte del tiempo, ver último punto)o esperar largas colas. En avión además, los niños hasta los 2 años van en brazos, agarrados al progenitor mediante un cinturón adicional. Poder llevarla en brazos, y darle teta nos ha facilitado mucho los viajes. Además en el despegue y aterrizaje los cambios de presión se aminoran mamando por lo que así le evitamos al bebé cualquier molestia. Evidentemente si el viaje es largo hacen falta más cosas para distraerlos y hacer que el viaje sea ameno pero la teta es un elemento muy muy importante y muy práctico.

Tapeando juntas

- Otro aspecto que nos ha resultado muy práctico para viajar ha sido la introducción de alimentos mediante trocitos desde los 7 meses. La práctica denominada baby led weaning (BLW) es la manera más natural de aprender a enseñar a comer alimentación complementaria a los bebés y la verdad es que para los viajes también facilita mucho las cosas. Permite no tener que llevar comida encima o llevar exactamente el mismo piscolabis que podría llevar cualquier adulto (pan, frutas a trocitos, embutidos cortaditos, patatitas, dulces....). Además viajar es también una experiencia gastronómica para los más pequeños si no se les ponen limitaciones. Y cuando van siendo mayores lo bueno es que se comen igual un plato de sopa que un plato de sushi.

Practicando en un japo

- Llevar todo en una mochila. Siempre llevamos una mochila con los "básicos". Aunque salgamos a por el pan vaya! Pañales, toallas húmedas, botella de agua, muda, toallas pequeñas para secar, suero fisiológico, barra de arnica y un par de calcetines. Hemos usado muchas, pero últimamente hemos decidido que sea un elemento personalizado y un recuerdo para toda la vida, así que contamos con una mochila de patchwork que nos ha hecho la abuelita de las niñas. Preciosísima, no digo más. Esperamos que "envejezca" mucho y vea muchos destinos con nosotros.

Mochila chachipiruli de la abuela

- Buscar las ventajas. En ocasiones viajar con niños permite algunas ventajas que merece la pena aprovechar. Por ejemplo, en la mayoría de las compañías de avión permiten embarcar junto a las filas preferentes, esto facilita entrar al avión cuando aún no es tan agobiante y colocar mejor el equipaje de mano. Eso sí, no toméis asiento tan pronto o el niño se aburrirá soberanamente antes del vuelo. Aprovecha para explicarle lo que va a pasar o para saludar y dar la bienvenida a los pasajeros, total...les vais a ir conociendo durante el vuelo casi con toda seguridad. Si viajas en coche también suele haber sitios prioritarios para aparcar. Si viajáis en tren y no lleva un asiento asignado, como suele ocurrir en casi toda Europa buscad un vagón de vuestra clase que esté un poco más vacío. Lo ideal es encontrar asientos para poder saltar, alguna mesita para pintar, suelo enmoquetado para gatear y sentarse, jugar o ver pelis o coincidir con más niños en un vagón. Puede que os miren raro porque la liarán parda pero al menos los peques se lo pasarán bien, el viaje se os hará más cortito y el adulto al que molestéis que se lo haga mirar....Incluso en España nosotros hemos pedido cambio de vagón en alguna ocasión para coincidir con más niños y la gente suele acceder gustosa.

Esto también es aplicable a los hoteles. Nosotros siempre pedimos cama de matrimonio para que Lu pueda dormir en medio (ahora que somos uno más ya os contaré como nos los apañamos ;)) y aunque suelen escasear al insistir en el tema bebé suelen buscarte una. Si no, siempre les doy la opción de que nos hagan la cama juntando dos camas, así aunque haya dos camas, usando sabanas de cama grande no hay posibilidad de que se separen y se caiga por medio. Suelen ser bastante comprensivos. Igual que pidiendo extra de almohadas o de toallas. Cuando el bebé es menor de 2 años no suelen poner nada para el bebé (ya que se aloja gratis) pero si lo pides suelen ser muy comprensivos, ponerte en habitaciones más amplias o ponerte en habitaciones un poco más aisladas, lo que se agradece porque es casi inevitable que seamos un poco ruidosos. Lo mismo para los desayunos. Suelen facilitar bastante las cosas (que se baje a desayunar por separado y que uno suba parte del desayuno a la habitación si el bebé aún duerme) o que limpien la habitación más tarde. Esto lo hemos solicitado cuando yo me iba de congreso temprano y papi se quedaba en la habitación con la peque. Ellos salían más tarde y avisaban al servicio de habitaciones. Ir con bebé hace perdonables todas estas cosas sin problema. Utilizadlas para organizar mejor el día, salir más tarde, sin prisa y que el día sea menos estresante.


- Controlar la temperatura del niño. Esto parecerá una chorrada pero de verdad que es fundamental. Cuando un bebé de repente tiene calor, tiene calor. Se pone a llorar y no se entiende que pasa. Mis hijas son bastante calurosas y en cuanto en un vagón suben la calefacción, en un centro comercial hace calorcito o en el avión aún no han puesto la ventilación, entramos en crisis. ¿Solución? vestirlas por capas en los viajes. Siempre camiseta interior de manga corta para el momento "me asfixio y me voy a poner a llorar ya!" (se les ponen las mejillas sonrosadas y empiezan a moverse inquietos incluso en el fular, si les observas es que se nota "el subidón"). Jersey o chaquetita fácil de poner y quitar para cuando se aclimatan, y mantita de algodón transpirable y suave (o el cobertor) cuando ya se duermen (a veces en camiseta) porque ya ha bajado la temperatura. También funciona darse un paseo por las conexiones entre vagones porque suelen estar más frescas (he hecho viajes Madrid-Málaga o Madrid-Santander en estos espacios).

El bebé aclimatándose

- Localizar un baño en la estación, tren o avión porque las cacas explosivas desbordantes llegan sin previo aviso y llevar siempre una muda encima. Esto bajo mi punto de vista también es frecuente porque los viajes suelen ser temprano y coincidentes con los horarios "caquiles". Además es entretenido ir al baño, lavarse las manitas, usar los dispensadores automáticos de jabón, los secadores de manos....un mundo de diversión oiga!.

- Llevar en la maleta algo de comida y comprar agua en destino. Pero mucho agua. Aunque en muchos hoteles hay mueble bar tanto el agua como los piscolabis suelen ser carísimos y en muchas ocasiones inapropiados (suelen ser frutos secos) así que hay que llevar siempre algo en la maleta, preferiblemente envasado al vacío. En el norte de Europa puedes vértelas y deseártelas para cenar más allá de las 9 así que para nosotros es fundamental podemos ofrecer una cena a horas "normales" sobre todo hasta que se acomoden horarios al viaje, leche con colacao antes de dormir si ya no toma teta o si le gusta (mi niña es fan, así que llevamos bricks de leche o batidos) y agua porque en cualquier estancia de hotel se bebe muchísima agua, así que es lo primero que compramos al llegar, al menos 6 botellines de agua. Viajar con algo de comida te garantiza poder sentirte en el hotel como en casa si al final todos estamos cansados o ya es tarde para buscar una opción mejor.

Lucía buscando la puerta de embarque
- Aceptar que vas con niños y los niños seguirán siendo niños en los viajes. Esto parece una evidencia pero no. A veces tendemos a pensar que se van a estar quietos, van a andar rápido o van a quedarse calladitos cuando lo necesitemos. Aunque sea por una vez y porque de verdad "lo necesitamos". Y suele ser que no. Así que por salud mental yo cuento con llegar tarde (así que hay que salir mucho antes a todo), ver la mitad de las cosas que me he propuesto, y llamar la atención donde vayamos. A veces suena la flauta, llegamos bien, hacemos rutas perfectas y se porta mejor que muchos adultos (recuerdo un vuelo que pasó completamente dormida y un adolescente no dejaba de vomitar, levantarse, gritar, todas las azafatas a su alrededor...y un viajero me dijo, ¡y yo creí que iba a dar guerra el bebé!). Pero vamos, esto no es lo normal, jeje. Lo normal es hacerse amigo de medio vagón o medio avión, conocerse todas las estaciones de servicio entre dos trayectos en coche, y llegar a destino agotados de cantar, jugar, y concentrar toda tu imaginación en superar el viaje.


Lo bueno es que compensa. Es que a un bebé un tranvía le puede flipar, mirar las nubes le alucina, conocer amigos en un tren o recorrérselo gateando puede ser una gran aventura y no sólo también llegan agotados, además lo hacen llenos de experiencias y posiblemente con muchas más conexiones neuronales activas a pleno rendimiento. Yo aún alucino viendo a mi Lu pasearse por los aeropuertos como Pedro por su casa, facturar su maleta o pasar la seguridad como si lo hubiera hecho siempre. También es fantástico ver que tu hija puede dar un toque de humanidad y de alegría a un frío congreso de ingeniería donde todos acaban con una sonrisa hablándote de sus hijos/nietos/sobrinos...porque todos tenemos niños alrededor aunque a veces lo olvidemos.


Lucía recogiendo acreditación para un congreso :)
En cualquier caso, y si llevas mal lo de "llamar la atención" o crees que los demás no entenderán los berrinches de tu hijo, o que salte de brazo en brazo en el avión, o que no se esté quieto más de 10 minutos en el tren siempre puedes hacer lo que sugiere este papa en este enlace tan divertido, dar una nota informativa a tus compañeros de viaje, invitarles a recoger los tapones para los oidos que previamente has comprado y convidarles a un dulce por las "molestias" (yo me lo apunto como superidea para el próximo vuelo de 16 horas con las dos!). Aunque yo también voto por intentar cambiar un poquito el mundo, que la gente recuerde que los niños son niños y que si queremos respetarlos e integrarlos en nuestras vidas (y no aparcarlos en casa hasta que sean "como nosotros") es necesario un poco de comprensión. Nunca estaré suficientemente agradecida a todos los viajeros que me han ayudado en sus/nuestros viajes (sobre todo preñadísima y viajando sola con la mayor) a entretener a mi niña. A hacerle gracias, a maquillarla o untarle crema, a ofrecerle un trocito de bocata, a cambiarle ene veces el asiento o a subirme y bajarme diez veces la mochila con sus cosas y juguetes y recogerlas tras ser convenientemente desparramadas por el vagón. Hasta los más serios y más ocupados viajeros han caído rendidos a su sonrisa y esto hace la vida un poquito más amena. ¿No crees?

¿Añadirías algo a esta lista?, seguro que me vendrá fenomenal completarla ¡¡que estamos preparando más viajes!!.

jueves, 13 de febrero de 2014

Viajar con niños es divertido. Parte 1

A veces se transmite la idea de que viajar con niños es imposible, engorroso, complicado....desde mi experiencia como viajera pre-niños y ahora con niños puedo deciros que no sólo es posible si no una experiencia maravillosa. Al margen de que el viaje y el lugar de destino merezcan la pena, viajar con niños te permite re-descubrir el mundo a través de sus ojos, darle importancia a detalles que como adulto a veces ya nos pasan desapercibidos y disfrutar al máximo de cada pequeñísimo detalle del camino. A los que os guste viajar y vayáis a tener niños os aconsejo que nadie os quite las ganas porque con unos pequeños ajustes estos viajes se convierten en la salsa de la vida, en un aprendizaje para todos, papás y niños. En recuerdos imborrables para la familia y en una unión y complicidad entre todos. Yo soy de la teoría de que las parejas no se conocen verdaderamente hasta que no han viajado juntas. Pues con los niños es igual. Hasta que no te has visto en mil situaciones insólitas, has toreado situaciones complicadas como una caca explosiva a punto de coger un AVE en una estación sin cambiador o te las ha apañado para que cene en Suiza a las once de la noche no sabes lo que te estás perdiendo. Es muy "divertido" solventar estas cosas...pero también insustituible por ninguna otra experiencia. No te lo pierdas, de verdad.

Las vistas desde el tren o el avión se re-descubren:


Las flores del camino se transforman en verdaderas maravillas. Nunca habíamos pensado que aprender a deshojar una margarita pudiera ser tan sumamente especial. Mi niña que es muy positiva las deshoja diciendo "sí, sí, sí"...el resultado es previsible pero le encanta jiji.


Un viaje en metro puede ser una aventura de ruidos, gentes, caras, movimiento. Este viaje a Barcelona fue el primero de muchos de los que hemos hecho juntos, le tenemos mucho cariño. Lo hicimos cuando Lu tenía 3 meses y nos rompió muchos falsos mitos y las barreras para no parar.



Las camas de los hoteles se prueban a conciencia, a un nuevo nivel que implica saltos, desplazamientos, capacidad para juntar camas, pegarlas a la pared, inventarse mesillas, en fin, todo un mundo para mejorar la comodidad de todos.



Nunca sabes qué amigos puedes hacer esperando un avión o paseando por un bosque pero eso sí, el viaje siempre estará lleno de experiencias inolvidables.


Un viaje en barco puede ser la mayor de las aventuras si tu bebé ya camina y quiere ir de proa a popa, probar los salvavidas o visitar la cabina de control. Eso sí, dar teta con un paisaje espectacular y el viento dándote en la cara con tu niña preciosa riendo es de las cosas más bucólicas que he hecho.


Sólo desde que nació Lucía (y no estamos incluyendo un viaje a Mónaco embarazadísima de 35 semanas ;)) hemos viajado por gran parte de la geografía española (Alicante, Barcelona, La Rioja, Córdoba, Madrid, Guadalajara sin contar nuestros mil viajes Málaga-Ciudad Real...) si no que también hemos hecho algunos viajes por Europa (Suiza, Alemania...) Y ya tenemos planificados viajes transoceánicos, no sólo con Lucía si no también con nuestra pequeña Maya, así que creo que podemos aportaros una experiencia interesante. Vamos a escribir algunas entradas contando cositas que a nosotros nos han funcionado muy bien y que quizá puedan servirte de ayuda si aún te da miedo viajar y lanzarte. No te las pierdas ;)

¿A qué estás esperando? ¿Cuál es tu próximo destino?

Volvemos jugando

¡¡La manada ha crecido!! Ahora somos uno más y en este año de desconexión hemos crecido también como papás. Hemos estado muuuuy ocupados cuidando el crecimiento de nuestra hija mayor, a un ritmo frenético en nuestras carreras profesionales, preparando un parto maravilloso en casa....el pobre blog se nos había quedado abandonado, pero como las experiencias a veces son más intensas cuando se escriben y se comparten vamos a intentar retomar algunas de nuestras cositas.

Una de las cosas que más tiempo nos ocupa cada día es el juego. Hacemos muchísimas cosas con nuestra hija mayor porque lo demanda y le apasiona. Se despierta diciendo " a ver, a ver...". Así que nos pasamos el día inventando. Casi siempre utilizamos materiales reciclados, aprovechamos todo lo que cae en nuestras manos y dado que trabajamos y además tenemos otro bebé el grado de preparación no es muy alto, lo hacemos sobre la marcha, pero las actividades son muy resultonas, así que creemos que para muchos puede ser interesante y os pueden inspirar nuevos juegos. No vamos a descubrir nada pero a veces los juegos más sencillos no son evidentes a nuestros ojos y tendemos a complicarnos un poco. Echándole imaginación y ganas, consultando varios blogs inspiradores y algunos grupos de facebook que nos dan ideas cada día, salen cositas verdaderamente sencillas y divertidas.

Hoy os traemos un juego de ensartar de lo más fácil. Necesitamos:

- Palillos largos Nosotras usamos los de cocina de pinchos morunos, valen también palillos chinos.
- Plastilina. Nosotras usamos la casera de la receta de las tigris (uno de nuestros blogs favoritos ;) )
- Pajitas de colores cortadas a trocitos. También se pueden usar macarrones, botones u otras cuentas.
- Tapete para concentrarnos en la actividad. Nosotras usamos una cartulina.

1 minuto de preparación.


Se preparan los pinchos y se dejan a disposición las pajitas cortadas y a jugar! Lu enseguida decidió clasificarlas por colores y en el momento en que intenté meter una de un color diferente me lo explicó, "no, no, esa no va ahí". Las reglas del juego ya habían quedado claras. Cuando se cansó decidió hacer series alternadas de colores. Luego decidió jugar a agujerear la plastilina con los palillos, a clavar las pajitas en la plastilina y sacar pequeñas bolitas de plastilina que luego utilizó para hacer comiditas y terminó ensartando los palillos con los rotuladores...vamos que dio para muchas opciones divertidas diferentes. Así además de divertirse, con este juego ha practicado su psicomotricidad, la clasificación por colores, la creación de series, y la inventiva porque casi todos los juegos se los inventó ella sola.

Otra variante de este juego consiste en utilizar:

- Palillos pequeños
- Alguna superficie de corcho o poliespan de cualquier embalaje.
- Martillo para niños. Nosotras usamos uno de madera de una caja de herramientas de Legler.
- Pajitas.



En este caso Lu tenía mucho más trabajo :) Tuvo que preparar los palillos porque eran de esos que venían envueltos individualmente, clavarlos en el poliespan, que es verdaderamente una tarea que requiere bastante habilidad, y luego insertar las pajitas. Al principio escribimos su nombre en el poliespan por si quería ir siguiendo el trazo. La verdad es que no lo hizo, pero sí clavó un palillo por letra. Estaba superorgullosa de su creación. Venga, seguro que se os ocurren otras muchas variantes de este juego de habilidad.

¡Que lo disfrutéis!